jueves, 16 de mayo de 2013

La Torre de Marfil

Tras varias entradas tratando escuelas de escalada situadas en la Cordillera Ibérica, tanto en la provincia de Zaragoza como de Teruel, ahora nos vamos hacia el Norte, a los Pirineos, concretamente al Valle de Benasque. Allí se encuentra una de las escuelas que para nosotros es de las de mayor interés (tanto geológico como paisajístico): La Torre de Marfil.

Esta escuela está situada en la localidad de Cerler, en una impresionante torre a las faldas del pico que recibe el mismo nombre que la localidad (Fig. 1). Para llegar a ella hay que tomar la carretera que lleva al sector Ampriú de la estación de esquí, antes de llegar a un puente que cruza el arroyo podemos aparcar. A nuestra derecha se observan las paredes de apariencia “granítica” donde se encuentran distintos sectores de escalada (ver la guía de "Escaladas junto al Ésera Vol. 2"). 


Fig. 1: Escuela de escalada de la Torre de Marfil.

Geológicamente, las rocas no tienen nada que ver con todo lo comentado en las entradas anteriores. En primer lugar, las rocas tienen un origen muy distinto: conglomerados, calizas, brechas carbonatadas, “carniolas” etc.. son rocas de origen sedimentario. Es decir, se forman en la superficie terrestre como consecuencia de los procesos de erosión, transporte y sedimentación (Fig. 2). Medios de sedimentación típicos de estas rocas podrían ser: ríos, abanicos aluviales o mares. Por el contrario, las rocas de la Torre de Marfil son rocas de origen ígneo/magmático (Figs. 2, 3). De esta modo, se forman a partir materiales fundidos (magma) que ascienden desde el interior de la Tierra y que conforme avanzan hacia la superficie se enfrían y consolidan, bien sea en superficie (volcánicas o extrusivas) o a una profundidad determinada (plutónicas o intrusivas). Las rocas de la Torre de Marfil son del primer tipo y a su conjunto se le conoce como el Complejo Volcánico de Cerler.



 Fig. 2: Esquema de formación de los principales tipos de rocas: sedimentarias, ígneas y metamórficas (tomado de www.ugr.es).


Fig. 3: Tipos de rocas ígneas en función de su emplazamiento en la corteza terrestre y su textura (tomado de http://www.mineranet.com.ar/img/Educacion/Pet2ac1.gif).
 

En segundo lugar, la edad de estas rocas es mucho más antigua que la de las entradas anteriores. Las rocas que configuran la Torre de Marfil se formaron durante la era Palezoica, en el periodo Devónico (entre 420  y 370 m.a, Fig .4) y se les conoce con el nombre técnico de riodacitas. Las riodacitas son un tipo de rocas magmáticas volcánicas, es decir su cristalización (por el enfriamiento del magma) se produjo en superficie y no en profundidad, como en el caso de los granitos de los macizos de la Maladeta y el Posets. A pesar de que la composición de unos y otros es relativamente similar, la diferencia entre ambas rocas se aprecia principalmente en su “textura” (Fig. 3), que hace referencia a la morfología, tamaño y disposición de los cristales que forman la roca. Las primeras están formadas por una matriz de pequeños cristales dentro de la cual puede observarse alguno de mayor tamaño, mientras que en las segundas el tamaño de los cristales es mayor y más homogéneo (Fig. 3). Estas diferencias se deben a la velocidad de enfriamiento, rápida en las rocas volcánicas (los cristales que forman los minerales tienen poco tiempo para crecer) y más lenta en las plutónicas (los cristales tienen más tiempo para crecer).


Fig. 4: Tabla del tiempo geológico (tomado de http://www.igme.es/internet/sistemas_infor/Paleo/Paleo_tiempo.htm).


Además de la historia de la formación de las rocas, en los alrededores de la escuela pueden observarse diferentes procesos geológicos (geomorfológicos) ligados al modelado glaciar y periglaciar que ha ocurrido en tiempos más recientes, durante el Cuaternario. La intensa fracturación (diaclasas)  que se observa en el Pico de Cerler ha favorecido su meteorización, principalmente a través de un proceso denominado crioclastia. Este consiste en la fracturación de la roca como consecuencia de la presión producida por el agua cuando se hiela. De esta forma se produce un importante aumento del volumen en el agua atrapada entre las grietas y poros de las rocas, cuya presión produce dicha fracturación (similar a cuando "estalla" un botellín de cerveza en el congelador) (Fig. 5). Esto ha dado lugar a acumulaciones de rocas en la base del pico conocidas como canchales (Figs. 6, 7). Por otro lado, la erosión diferencial entre los materiales que rodean al pico (más blandos) y los que forman el propio pico (más duros) hacen que tenga esta forma “de pitón” (Fig. 8) que resalta en el valle del Ampriú (Martinez de Pisón, 1989; 1990).


Fig. 5: Proceso de crioclastia (tomado de http://vocabulariogeografico.blogspot.com.es/2011/12/crioclastia.html).


Fig. 6: Vista de la base de las vías con la acumulación de bloques (canchales) como consecuencia de los procesos de erosión y meteorización.


 Fig. 7: Vista de la Torre de Marfil y de la base de las vías  con los canchales.




Fig. 8: Pico Cerler con forma de pitón, en su ladera NW se encuentra la escuela de escalada de la Torre de Marfil.




Unas fotillos trepando…

 Jaime en el tercer largo de “No te tires que hay cristales (IV+)”


Raúl en el primer largo de “Chapas Rojas (6a)”



Diego en el segundo largo de “Chapas Rojas (6a)”



Impresionantes vistas desde la vía con las Tucas de Ixea en primer plano, el macizo del Perdiguero al fondo a la derecha y el macizo del Posets al fondo a la izquierda.



         Referencias y más información:
 
- Alfonso, L. 2010. Escaladas junto al Ésera.Volumen 2.Ed, La noche del Loro, 288 pp.
 
- Mapa Geológico de España 1:50.000. Benasque. IGME, 78 pp.

-Martínez de Pisón, E. 1989. Morfologia glaciar del valle de Benasque (Pirineo Aragonés). Eria, 51-64.

- Martínez de Pisón, 1990. Morfoestructuras del  valle de Benasque (Pirineo Aragonés). Anales de Geografía de la Universidad Complutense, nº 10, 121-147.

- Chueca Cía, J. y Julián Andrés, A. (2008): Geomorphological map of the Alta Ribagorza (Central Pyrenees, Spain), Journal of Maps, 4:1, 235-247