jueves, 11 de abril de 2013

Morata de Jalón-Chodes

Tras un tiempo con el blog un poco paradillo, volvemos con la escuela de escalada por excelencia en la provincia de Zaragoza: Morata de Jalón-Chodes. Esta es la escuela donde mucha de la gente que vive en Zaragoza hemos aprendido a escalar. Las vías están situadas en las localidades mencionadas anteriormente, a las que se accede por la autovía A2 (Zaragoza-Madrid). La escuela es una de las más grandes de Aragón tanto en extensión como en número de vías. Hay una gran variedad de estilos de escalada y de grados (IV-8b+), con predominio de placa de grado medio (6-7º), cuyas reseñas pueden verse en distintas guías de escalada.

Geográfica y geológicamente, Morata de Jalón y  Chodes están situadas en el Sector Central de la Cordillera Ibérica. Las rocas dónde se escala son materiales calcáreos masivos (Figs. 1 y 2) del Jurásico Inferior (unos 200 m.a) pertenecientes a la Formación Cortes de Tajuña (Aurell et al. 2007a; 2007b).
Fig. 1: Sector del “Puente de roca” en la Peña Agujereada donde se encuentran las vías más duras en este impresionante arco en los materiales calcáreos.

Fig. 2: Vista del Sector “Macizo de Alí” con las Paredes Negras al fondo.

Como comentábamos en la entrada anterior durante el Mesozoico (entre 250 m.a y 65 m.a) la disposición de los continentes era muy distinta a la actual. En el tránsito Triásico-Jurásico Inferior  (Fig.3) se estaba iniciando el fraccionamiento del supercontinente Pangea y en la zona dónde actualmente está Morata de Jalón y Chodes habría instalada una plataforma carbonatada dentro del Océano del Tethys.  Como consecuencia del inicio de dicho fraccionamiento la actividad tectónica era considerable.

Fig. 3. Mapa paleogeográfico mundial a principios del Jurásico (tomado de Scotesse) dónde la posición de los continentes es bastante distinta a la actual. La estrella marca el punto dónde se depositaron los materiales calcáreos sobre las que actualmente se escala.

En esta plataforma se depositaron distintos tipos de sedimentos que darían lugar posteriormente a las rocas   que pueden verse en los alrededores de Morata y Chodes: brechas carbonatadas, “carniolas”  (calizas oquerosas), calizas  y evaporitas (Aurell et al. 2007a; 2007b). A este proceso del paso de sedimento a roca se le conoce como diagénesis y es consecuencia del enterramiento y litificación de los sedimentos. Las rocas sobre las que escalamos son fundamentalmente los dos primeros tipos (brechas y carniolas), y podemos identificarlas fácilmente por el estilo de escalada, y por su aspecto masivo (no se observan estratos).
Las brechas carbonatadas son rocas formadas por cantos que pueden recordar a los conglomerados (Fig.4), pero que en realidad, tienen un origen muy distinto. En primer lugar, se depositaron los sedimentos carbonatados sobre sedimentos depositados previamente y que en este caso eran de origen evaporítico. Posteriormente, durante la diagénesis estos sedimentos carbonatados se brechifican (se rompen) como consecuencia de la disolución de los sedimentos infrayacentes, perdiendo de esta forma su estructura original. El siguiente paso consistiría en la cementación de los cantos que forman la brecha como consecuencia del carbonato que precipita a partir de los fluidos que están en contacto con los sedimentos. Finalmente, el resultado son las rocas con la estructura que vemos hoy en día y  de apariencia muy distinta de las “típicas calizas”. Las brechas, en Morata y Chodes poseen un característico color naranja y pueden verse en el Puente de Roca, y algunas vías de la Pared del Túnel, macizo de Alí, Pared Perdida entre otros sectores. En este tipo de vías predominan los bolos y presas romas y generalmente el canto.


 Fig. 4: Chaime escalando “La canal de Riglos” (IV+), uno de los mejores ejemplos de brechas carbonatadas de la escuela, donde los cantos recuerdan las escalada de la escuela oscense.

Las carniolas o calizas oquerosas también se formaron durante la diagénesis a partir del sedimento carbonatado previo, tras una serie de procesos llamados dolomitización  y desdolomitización. Estos procesos ocurrieron durante distintas etapas de la diagénesis y están relacionados con los fluidos que atraviesan las rocas durante su formación. De esta forma se  producen cambios mineralógicos en los que se sustituye calcita/aragonito por dolomita (dolomitización)  y viceversa (desdolomitización) y que provocan cambios importantes en la porosidad de la roca. En Morata y Chodes estas rocas poseen color gris (Fig. 5) y son sobre las que se encuentran la mayoría de las vías de placa de la escuela como en  muchas vías del Macizo de Alí, Puente de Roca, Pared Perdida etc. En este caso, la roca sí que tiene más aspecto de “típica caliza” pero en el fondo esconde una historia de formación mucho más compleja.  En ambos casos, la formación de brechas y carniolas guarda relación con la intensa actividad tectónica que se produjo a finales del Triásico e inicio del Jurásico en la Cordillera Ibérica.


Fig. 5: Diego en "Siga el Baile" (V+) sobre las “carniolas” grises del puente de roca. Nótese que a la izquierda, las “carniolas” pasan lateralmente al otro tipo de roca anaranjada, las brechas.

 Mucho tiempo después, ya durante el cuaternario el río Jalón ha ido modelando la topografía de la escuela a favor de las rocas que se erosionan con mayor facilidad. Así ha dejado paredes de hasta 80 metros de altura o el impresionante Puente de Roca. Éste está situado en la parte interna de un meandro (Fig. 6) muy pronunciado del río Jalón (meandro de Chodes), por lo que durante el Cuaternario el río iría erosionando la pared hasta producir el arco. Posteriormente, el río se encajaría hasta situarse a la cota que está actualmente quedando el arco “colgado” respecto al río.

Fig. 6: Vista aérea (Sigpac) del Río Jalón dónde se localizan los distintos sectores de la escuela de escalada Morata de Jalón-Chodes. La estrella roja marca la situación del puente de roca.

Más fotos escalando por Morata..

Chaime en “Metanoia” (6B) en el Puente de Roca (Brechas carbonatadas).

Raúl en “La Maldición de Ryobi” (6C+) de la Pared Perdida. Nótese el cambio lateral entre las brechas calcáreas (roca anaranjada) a las carniolas (roca gris).

Diego en “Platinum” (6B+) de la Peña del Reloj (“Carniolas”).

 Referencias y más información :

M. Aurell, B. Bádenas, A.M. Casas y R. Salas. 2007a. Las facies evaporíticas y carbonatadas del tránsito Triásico- Jurásico (Morata de Jalón, Zaragoza): relación tectónica-sedimentación. Geogaceta, 41, 11-14.

M. Aurell, B. Bádenas, A.M. Casas y R. Salas. 2007b. Peritidal carbonate–evaporite sedimentation coeval to normal fault segmentation during the Triassic–Jurassic transition, Iberian Chain. En: G.Nichols, E. Williams y Chris Paola (Eds.). Sedimentary Processes, Environments and Basins: A Tribute to Peter Friend. Blackwell Publishing Ltd., Oxford, UK.

A. Belmonte et al. (2009). Por la Cordillera Ibérica siguiendo el río Jalón. En: Itinerarios geológicos por Aragón. Prames. 149-166

2 comentarios:

  1. Hola chicos,
    Os escribo para daros un premio por vuestra original iniciativa. Las paredes no son sólo para subirlas, sino que aportan mucha información sobre la geología del lugar. Un gran acierto vuestro blog.
    ¡Pásate por mi blog para ver el premio! http://elvinosaurio.blogspot.com.es/

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  2. Muchas gracias por el premio! Nos alegramos de que te guste la iniciativa!

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